Descubren además el Museo del Agua de Santander y visitan tres exposiciones pictóricas

Los séniores de la Asociación de Periodistas de Cantabria (APC) se han desplazado a las localidades de Cisneros, Paredes de Navas, Becerril de Campos y Fuentes de Nava en el corazón de Palencia y cuna de Renacimiento español. Una excursión donde se ha disfrutado de los testimonios heredados de las tres culturas: cristiana, judía y musulmana, que han conformado parte de nuestro país, viendo espectaculares artesonados mudéjares con motivos arabescos de gran belleza, el sepulcro gótico del abuelo del cardenal Cisneros o tablas de Berruguete.

Un viaje donde se ha sumado un homenaje al que fuera el santo y seña de la renovación frente a la Edad Media: Jorge Manrique, con la lectura de siete de sus coplas de las 40 del poemario “Por la muerte de su padre” en la plaza mayor del lugar de su nacimiento, Paredes de Nava. Se ha conocido una antigua iglesia románica del siglo XII trasformada en un innovador centro cultural. Una experiencia única centrada en el universo. Fe, cultura y ciencia que se juntan en este museo territorial de Tierra de Campos centrado en la época de mayor esplendor de los siglos XV y XVI.

En definitiva, un disfrute de joyas únicas de la cultura española aderezadas con el espíritu y la sabiduría del combatiente de la muerte con palabras que nos hablan de la fugacidad de la fama y gloria.

Museo del agua y exposiciones

Han visitado también las instalaciones del Museo del Agua de Santander, ubicado en el Paseo de Altamira 330, junto a las dependencias de la empresa concesionaria del servicio del agua Aqualia. En una sala se pueden ver grandes fotografías, planos, cartas y objetos que hablan de la historia del abastecimiento al municipio desde 1874 hasta nuestros días, y, en otra, se muestra el ciclo integral del agua desde que se capta en las montañas del interior de la región hasta que se devuelve al mar Cantábrico.

Se recorrieron las instalaciones del depósito de Pronillo, la construcción más espectacular, para abastecer Santander con una capacidad para 16.000 metros cúbicos de agua. Se trata de uno de los elementos arquitectónicos más desconocidos de la ciudad. Inaugurado a finales del siglo XIX, en 1884, con bóvedas, cúpulas y arcos interiores, sostienen la estructura característica de la arquitectura de servicios del siglo XIX.

Han visitado también tres exposiciones. La primera, la del gran artista cántabro de Meruelo, Martín Carral, (autor de la escultura del premio Estrañi) que junto a su pareja, Carmen Anzano, muestran en la sala Casyc_Up de la calle Tantín 25, la titulada “Habitar el espacio. Un lugar en el tiempo” que genera desde lenguajes y sensibilidades distintas un diálogo entre materia, luz, sonido y memoria.

La retrospectiva con pinturas y dibujos, además de textos y fotografías de Maruja Mallo, la segunda, en el Centro Botín y, la tercera, la de la Fundación Enaire “Doom City. Del Ser nómada al Ser sin lugar” de Montserrat Soto en las Naves de Gamazo.