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02 de mayo de 2025

3M / La FAPE defiende el periodismo sustentado en la información veraz y refractario a la desinformación y a la mentira

Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la Federación reitera su compromiso con la lucha por los valores que definen el periodismo como pilar de la democracia

La FAPE, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, reitera su compromiso con la lucha por los valores que definen el periodismo como pilar de la democracia, principios sustentados en la información veraz y refractarios a la desinformación y la mentira. Este fenómeno, acrecentado en los últimos años por el mal uso de las redes sociales, es hoy la mayor amenaza para el periodismo y la democracia, y, como se recoge en la reciente Declaración de Cádiz que la FAPE aprobó en su última asamblea celebrada en la ciudad andaluza, solo un periodismo basado en códigos éticos y deontológicos y regido por los principios de veracidad, rigor y honestidad puede garantizar el libre ejercicio del periodismo y el derecho constitucional a recibir una información veraz que tienen los ciudadanos.

El Manifiesto de Cádiz exige que los periodistas puedan ejercer la profesión sin intimidaciones, ni coacciones, garantizándose la libertad de prensa, que es un derecho que nunca debe darse por conquistado definitivamente. Así lo demuestran las amenazas que sufre: las ruedas de prensa sin preguntas; los vetos al acceso a la información; los señalamientos; los insultos y agresiones a periodistas en distintas coberturas; el requerimiento de fiscales y jueces para que el periodista revele sus fuentes y las querellas abusivas para frenar las investigaciones periodísticas.

En una sociedad cada vez más polarizada por el debate político, la democracia solo se verá fortalecida con medios fuertes, rigurosos, independientes y plurales. Ante eso, hace un llamamiento general para terminar con la crispación generada por la polarización política y la desinformación que emana de ella.

El periodismo que difunde información verificada, contrastada con fuentes fiables, respetuoso con nuestras normas deontológicas y hecho con rigor y honestidad, aparece como el sustento principal de la regeneración ética que se ha planteado desde el Gobierno. La FAPE, precisamente, insta al Gobierno a que agilice la trasposición del Reglamento Europeo de libertad de Medios que debe estar vigente a partir del próximo mes de agosto.

El ejercicio de esta profesión de servicio público solo será posible con una financiación transparente y estable. Pero, ante la precariedad actual del sector, la FAPE pide a las Administraciones Públicas que no otorguen a los medios de comunicación ayudas económicas, ya sean subvenciones o publicidad institucional, que vayan destinadas a financiar el despido de profesionales o a recortes laborales, y no al mantenimiento de estas empresas, lo que repercutirá negativamente en la calidad de la información.

Igualmente, deben quedar excluidos de esas ayudas públicas aquellos medios y periodistas que hayan sido condenados por desinformar o mentir. En este sentido, la FAPE insta al Gobierno a que impulse las funciones del Comité Europeo de Servicios de Comunicación, que ha de velar por la pluralidad informativa; el reparto de la publicidad institucional para que este sea equitativo y no arbitrario, ni se utilice en beneficio de intereses partidistas; así como para fomentar el uso de medidas y herramientas eficaces para fortalecer la alfabetización mediática.

Asimismo, el Manifiesto de Cádiz insiste en la necesidad de implantar una asignatura desde Educación Primaria, imprescindible para capacitar desde edades tempranas en el uso y consumo responsable de contenidos en línea y en el fomento del pensamiento crítico, en cumplimiento del derecho a la educación digital en el aula, recogido en la Ley de Protección de Datos y Garantías de Derechos Digitales de 2018.

Ante el debate sobre la Inteligencia Artificial y su impacto en la profesión periodística, que en algunos casos está sustituyendo al capital humano en unas redacciones cada vez más mermadas, la FAPE insta a las empresas editoras y grupos periodísticos a que inviertan en la formación y capacitación de los periodistas para que la tecnología esté al servicio de la profesión y de la sociedad, desde un uso ético y responsable.

No tendría sentido celebrar el Día Mundial de la Libertad de Prensa sin recordar los conflictos, algunos ya de larga duración, que se están produciendo en distintas partes del mundo y de los que los periodistas dan cumplida cuenta jugándose la vida, como ocurre en Ucrania, Gaza o México. Actitudes como esas confirman que los poderes quieren eliminarlos como testigos de los abusos y atrocidades que se cometen en los conflictos bélicos y en países donde el crimen organizado goza de una impunidad escalofriante. La FAPE, en línea con la Federación Internacional de Periodistas (FIP), además de reclamar con insistencia el fin de los enfrentamientos, ha denunciado las dificultades que ponen a los profesionales, impidiendo la presencia de profesionales para informar, como ocurre en Gaza por parte del Gobierno israelí.

Finalmente, desde la FAPE hacemos un triple llamamiento. En primer lugar, a los periodistas, para que sean militantes comprometidos en el ejercicio digno de la profesión. Por otro, a los partidos políticos, para que acaben con la crispación y eviten utilizar a la prensa como vehículo de transmisión. Y, por último, a la ciudadanía, a quienes nos debemos, para que apueste por la información de calidad, contrastada, verificada y elaborada por periodistas, para que, junto a los profesionales de la información, apoye y defienda el buen periodismo en defensa de su derecho a una información libre y veraz.

SIN PERIODISMO NO HAY DEMOCRACIA